Realidades

A veces la realidad nos baja a tierra. Está en auge hablar de atención centrada en la persona, de la ética en el cuidado de personas dependientes, de la profesionalización de los cuidados. Pero ¿cómo hacer ante situaciones tan complejas como una persona dependiente mayor, con deterioro cognitivo, que vive en su domicilio, que rechaza cualquier ayuda incluso hasta el punto de tener reacciones agresivas de manera verbal y física, que quiere seguir en su propio domicilio pero sin ningún tipo de ayuda? Personas que dicen: «o te vas de mi casa o me voy yo». Y cogen la puerta y salen, y se pierden quizás entre la muchedumbre de la gente. Vuelven en el mejor de los casos, tras haber movilizado a toda la familia, tras haberle seguido por atrás, tras haberla perdido y encontrado en sus rincones conocidos de la ciudad.

En la práctica hay situaciones realmente difíciles de gestionar. Con familias que tienen dificultades para conciliar  el plano laboral y familiar. Cuidadores informales sobrecargados. Cuidadores formales sin apoyos de compañeras/os. Con pensiones bajas que no permiten contratar más cuidados o pagar mejor el trabajo que llevan a cabo cuidadoras formales y formadas en atención sociosanitaria, bajo el régimen de empleadas de hogar, con menos derechos y peores condiciones.

#reflexionesdeseguido.

Un poco de mí.

Pienso, reflexiono, analizo. Y vuelvo a pensar si eso que he concluido es digno de ser expresado. Y si lo expreso que pensarán. Más aquí a vista de todo el mundo. Donde te puedes abrir puertas, y también cerrar. Cerrar muchas, porque quizás no me explico bien, porque quizás no me entienden, o donde es posible que me entiendan perfectamente y que no guste. Si callo mejor, sí, si callo mejor, y no digo nada, y no levanto la liebre, y parece que no piense , ni analice, ni reflexione, ni concluya. Mejor callo, nadie sabrá cómo pienso, y no se abrirán puertas, pero tampoco se cerrarán. No vaya a ser que no guste. No gustar no es agradable, nadie nos ha preparado. Me atrevería a decir que tampoco nos han preparado para reflexionar, pero yo vengo así de serie. «Haz y calla». «Se te paga por hacer no por pensar». Es que no puedo no pensar; pues entonces calla. Igual es bonito lo que tengo que decir. Igual no. Nada es bonito para todo el mundo.

#reflexionesdeseguidoydeltirón.

De personas mayores, participación social y paternalismo.

Tras el verano, la vida en familia, el piscineo, el poco sol del norte, etc., vuelvo a la rutina; que no a la normalidad, porque poco normal me parece las prisas de esta vida, el stress, los horarios incompatibles, las extraescolares, los cursos de desarrollo personal y profesional, las tareas del hogar y demás a la que nos enfrentamos las personas de esta época. Pero eso es otro tema. Hoy, con mi reflexión.

La verdad es que tras leer el articulo de Fernando Fantova sobre la participación social de las personas mayores y la entrevista que le realizan a Anna Freixas, me he puesto yo a reflexionar. Si te digo la verdad no he llegado todavía a ninguna conclusión clara. O no tan clara como para poder/saber plasmarla en estas líneas. Lo voy a intentar:

Yo defiendo el envejecimiento activo, la necesidad de propósito de vida en cualquier edad de la misma. Yo promuevo la estimulación cognitiva y el ejercicio físico, y el mindfulness , y la meditación, y el desarrollo personal y emocional. Yo imparto charlas y talleres a personas mayores, o adultas mayores, o personas de la tercera edad (que ya no sabemos ni cómo llamarles porque siempre encontramos las connotaciones negativas que puede tener tal o cual término). Yo me baso en  mis conocimientos, en mis estudios, en las palabras de los grandes, de los que saben, de los que han realizado ese y aquel estudio científico. Y les animo a realizar esta actividad, y esta otra, y a pensar de esta manera o de aquella.

Y ellas (las personas mayores que me escuchan) afirman y confirman. Porque yo soy la que sabe, porque divulgo la información de los que saben. Y a veces ellas hacen. Y si no hacen, creen que deberían hacer.

Sin embargo:

¿Cuándo escuchamos? ¿Cuándo promueven ellas las actividades? Hay pocos espacios para la participación de las personas mayores, sin que esa participación sea paternalista.

#reflexionesdeseguidoydeltirón.

La importancia de las personas también en sesiones de estimulación cognitiva.

Llevo años dedicándome a dinamizar sesiones de estimulación cognitiva individuales y grupales, a personas mayores. Y defendiendo la importancia de mi papel y rol de dinamizadora ante diferentes alternativas. Familias que quizás no entienden que no es lo mismo que una persona haga fichas de estimulación cognitiva sola o con una persona que le guie; o explicando que una herramienta tecnológica no puede sustituir la figura de dinamizadora.

 Como seres sociales que somos, necesitamos de relaciones sociales para mantener nuestro bienestar. Algo que hemos defendido durante años muchas personas. En la mayoría de los casos hablábamos de un bienestar emocional. Pero, ¿influye todo ello en nuestro cerebro? Rotundamente sí. Estudios científicos demuestran cómo se activa nuestro cerebro ante las relaciones con los demás.  No solo eso, sino que además, en función de la relación que tengamos con la persona con la que nos comunicamos, nuestro cerebro activa un sistema u otro. No es lo mismo comunicarnos con nuestra pareja, que con un familiar o un compañero.

Por esta razón, entre otras, no se obtiene el mismo resultado si yo realizo actividades de estimulación cognitiva sola o con la figura de la dinamizadora.

¿Cuestión de tamaño?

Cuidar el clima laboral y el salario emocional, en contra de lo que muchas personas puedan pensar, no es cuestión de empresas grandes.

A pesar de que hoy en día cada vez se oye hablar más de todas estas técnicas, lo cierto es que todavía cuesta implantarlas en las empresas. Una de las mayores dificultades con las que me encuentro en mi día a día, precisamente es esta creencia. Parece ser que si no somos google o si no tenemos millones de beneficios, no podemos, ni debemos, cuidar estos aspectos tan importantes para el bienestar de lxs trabajadorxs y beneficios para las propias empresas.

Lo cierto es que yo me dirijo a pequeñas y medianas empresas, o departamentos pequeños de grandes empresas. Los grupos pequeños ayudan a poder aprovechar mucho más las técnicas que utilizo para poder realizar un diagnóstico de la situación y poder analizar las necesidades de unxs y de lxs otrxs. De la misma manera es más fácil llevar a cabo los plantemaientos de mejora que realizo una vez realizado el diagnótico. Los planteamientos son fáciles de implementar y en la mayoría de los casos no requieren de un gran desembolso económico por parte de la empresa.

En un equipo pequeños es más fácil llegar a crear el clima de confianza que el proceso requiere, de la misma manera es más fácil que todas las personas se impliquen en mayor grado en los procesos participativos que creo para cada grupo.

Si quieres que te explique cómo lo hago y que te haga un planteamiento para tu equipo, no dudes en ponerte en contacto conmigo.

Me puedes seguir también en Instagram: @judithr_trabajosocial

Por qué contratar un/a profesional de trabajo social en el departamenteo de recursos humanos de tu empresa

Fotos de stock gratuitas de ahorros, billete, billetes, cartera

Se avecina la crisis del Covid- 19; o ya estamos en ella. Esto implica situaciones complicadas para las empresas, pero también para las personas empleadas en ellas. Incertidumbre de si se mantendrá el puesto de trabajo, si habrá bajada de sueldo, subida de horas, doble de esfuerzo; dudas de si se podrán disfrutar de vacaciones, o si las vacaciones se perdieron en esas semanas de incertidumbre cuando todo cerró, si será posible teletrabajar, conciliar o medio conciliar.

El trabajo social se caracteriza por detectar necesidades y buscar y/o crear recursos para dar respuesta a las mismas. En pocas empresas existe la figura del/a trabajador/a social en el departamento de recursos humanos; sin embargo puede ser clave, más si cabe, en los momentos de crisis económica. Cada vez son más los estudios que determinan la importancia del salaraio emocional en las empresas. Cómo un buen clima laboral y salario emocional de lxs miembros del quipo, aumenta la productividad y por ende los beneficios también de la empresa. Además todxs hemos experimentado cómo habla una persona de la empresa que trabaja cuando está agusto o cuando está a disgusto. Y aunque parezca que esto no tiene importancia, puede ser una herramienta clave de marketing.

El trabajo social puede dar respuesta a todas estas cuestiones, realizando un análisis de las necesidades de cada persona empleada, así como del clima laboral en la empresa y los roles que cada persona desempeña. Este análisis dará pié a un diagnóstico y una posterior propuesta de mejora en estos aspectos.

Si quieres más información o que realice un análisis en tu empresa, no dudes en ponerte en contacto conmigo.

¿Cómo valoramos nuestras relaciones familiares?

Hombres multigeneracionales de pie y con sonrisa apartando la mirada.

Tal y como os adelanté en la entrada anterior, realicé una pequeña encuesta a personas mayores de 55 años con el objetivo de poder anilizar algunas hipótesis de trabajo y poder enmarcar a posteriori diferentes proyectos que tengo en mente.

Me gustaría hoy compartir con vosotrxs una de los primeros aspectos que me gustaría analizar.

Resumiendo mucho, el cuestionario iba dirigido a conocer la situación de las personas participantes en diferentes áreas. De tal forma, las respuestas eran percepciones personales (subjetivas) de ellas mismas. Ya sabéis la importancia de considerarnos sin compararnos.

Pues bien, una de las áreas a analizar era las relaciones familiares. ¿Por qué esta área?. La familia nos aporta apoyo, seguridad, bienestar. Sin embargo por todos es conocido también que en el entorno familiar es donde se dan muchos conflictos, de ahí que estén repletos los juzgados y los servicios de mediación. Día a día he comprobado en mi trabajo, cómo situaciones de cuidados de personas dependientes llevan a conflictos familiares entre lxs hijxs; cómo aunque esos conflictos no sea excesivamente tensos, cada miembro tiene una visión diferente de lo que sucede y cómo se complica la toma de decisiones y se tensa el ambiente.

Pues bien, más de medio centenar de personas contestaron a la encuesta mencionada y los resultados en esta área fueron los siguientes:

El 86% de las personas encuestadas dieron de nota a sus relaciones familiares un notable o un sobresaliente, (35,8% puso nota 10; 15,1% puso nota 9; 17% puso nota 8; 18,9% puso nota 7). El 7,5% otorgaba a su relación familiar un 6, el 1,5% aprovaba con un 5 y tan solo el 3,8% suspendía en esta materia.

No negaré aquí mi sorpresa cuando vi los resultados. Realmente con todos los conflictos familiares que tienen las personas, las personas que habían contestado a mi cuestionario eran afortunadas. ¿ O no tanto?

Una segunda pregunta acompaña a cada área analizada: ¿Cuantó crees que pueden mejorar tus relaciones familiares? La lógica me llevaba a pensar que si la gente había dotado de un sobresaliente no podían mejorar sus relaciones familiares, sin embargo tan solo el 11,3% indicó que ya no podían mejorar más. El 53% de las personas que habían dado un 10 a sus relaciones familiares creían que estas podían mejorar algo o bastante.

Todo ello, me llevó a las siguientes reflexiones:

  • ¿respondemos con siceridad cuando tenemos que valorar nuestras relaciones familiares, o algún sentimiento se despierta en nosotros que hace que las sobrevaloremos?
  • Existen conflictos latentes en las relaciones familiares que no afloran hasta un determinado momento, llegando incluso a desaparecer en según que épocas o situaciones.
  • Si consideramos que nuestras relaciones familiares pueden mejorar, ¿Por qué no hacemos nada para ello?

Bien mirado, todos nos ocultamos, completamente desnudos, en los vestidos que usamos.

Heinrich Heine

¿ Cuánto estamos dispuestxs a cambiar?

Movement, Work, Clock, Gears, Face, Head

Ya avancé en la última entrada que estaba a favor de crear espacios de participación, donde las personas pudiesen tomar parte activa en sus propios procesos de cambio o adaptación. Pero, ¿hasta dónde estamos dispuestxs a cambiar?

A lo largo de mi trayectoria profesional, me he dedicado a llevar a la práctica varios proyectos de índole social. Algunos de ellos con gran participación y otros con una participación más excasa. ¿ Qué hace que unos funcionen y otros no? No tengo yo la respuesta a esa pregunta, y me imagino que son un cúmulo de factores los que influyen en el éxito o fracaso de un proyecto. Bien es cierto que en cuanto a servicios sociales se refiere, en ocasiones, hay servicios que son parte de una contraprestación de alguna ayuda. Es más fácil ahí que la gente participe ya que sino la persona se arriesga a no ser beneficiaria de esa ayuda o servicio (por ejemplo ayudas económicas concretas). ¿Deberían esas ser las motivaciones para participar en un proyecto? A mi entender no. Pero la realidad es otra cosa.

Esta época de pandemia nos ha llevado a poder replantear varias siutaciones, nos ha llevado a meditar sobre si la vida que llevábamos antes del coronavirus era la habitual pero si realmente sería la «normalidad». Y muchas personas han llegado a la conclusión que quizás su vida, su día a día no era lo que esperaban cuando tenían tiempo para planificarla. El ritmo diario, las prisas, los horarios, las obligaciones, las responsabilidades, etc, nos obligaba a que fueran pasando los días, que se fuera esfumando la vida; sin siquiera poder replantarnosla.

Por ese motivo, quise realizar una breve encuesta. Dirigidas a aquellas personas mayores de 55 años que quisieran participar en ella. ¿Por qué mayores de 55 años? En primer lugar porque el colecttivo con el que trabajo son personas mayores. En segundo lugar porque creo que son generaciones olvidadas. Olvidadas por la sociedad en general y por ellas mismas en particular. Y en tercer lugar porque son generaciones que se ven obligadas a varios cambios vitales (el nido vacío, el desempleo en edad avanzada, la jubilación, el duelo por ascendientes o por iguales, etc).

Quise simular en el cuestionario la herramienta de la rueda de la vida. Dando la oportunidad de valorar diferentes aspectos de la vida. Y preguntando por la posibilidad de cambio en aquellos que la valoración fuese baja.

Más de medio centenar de personas han respondido ya a la encuesta; y sigo recibiendo algunas más. En breve publicaré las conclusiones o las hipótesis a las que llego después de su análisis. Pero desde ya puedo compartir que algunas de ellas me han sorprendido.

En ocasiones aun valorando de manera muy baja la mayoría de los aspectos cuestionados, las personas responden que no pueden mejorarlo. Y es que ¿cuánto estamos dispuestos a cambiar para mejorar? me ha recordado a ese dicho que dice algo así como:

«Habia una vez un perro que estaba sentado sobre un clavo. Un caminante le preguntó al dueño

¿Porqué no se levanta y se pone cómodo?

Se levantará cuando el clavo le haga tanto daño que no le dé pereza levantarse- contestó el dueño«

Pues parece que eso mismo nos pasa a nosotrxs. Hay personas que valoran su situación actual de manera negativa y sin embargo no están todavía en el punto de que les duela tanto que les «obligue» a cambiar de actitud.

En las próximas entradas compartiré con vosotrxs las resultados del cuestionario. Con el fin de crear hipótesis de trabajo y fomentar la reflexión.

Os espero.

Fomentar la co-creación en las personas usuarias: ¿Qué necesitas?

Concepto creativo del diagrama de las ideas de la bombilla

En muchas ocasiones, quizás demasiadas, somos lxs profesionales lxs que nos empeñamos en dictaminar lo que las personas necesitan. En trabajo social se habla de la demanda implícita y la demanda explícita. Y el profesional es el que conoce la demanda implícita, y trabaja junto con la persona usuaria para darle respuesta.

A pesar de que soy de las personas que reconocen que muchas veces detrás de las demandas explicitas se esconden otro tipo de demandas, en otras ocaisones creo que eso no es así. Quizás por eso, muchas veces los servicios o proyectos que nos empeñamos en diseñar no terminan de funcionar, porque a pesar de que nosotrxs como profesionales, veamos los beneficios que tienen, las personas interesadas no lo sienten de esa manera.

Ahora que la situación nos va a obligar a cambiar maneras de hacer y servicios que ofrecer, es el momento para co-crear con las personas a las que nos dirigimos y colectivos con los que trabajamos. En este momento de cambios para todxs, tenemos más que nunca que practicar la escucha activa. Para ello tenemos que estar preparados para preguntar, para obtener respuestas que quizás nos saquen de nuestra zona de comodidad, tenemos que estar preparados para admitir que lxs profesionales no tenemos la verdad absoluta. Tenemos que estar dispuestos a ofrecer soluciones diferentes a problemas de siempre y a anticiparnos a nuevas problemáticas.

Ahora que la situación nos ha obligado a bajar el ritmo, a parar, a repensar, pensemos entre todxs. Creemos espacios de participación, donde todxs tengamos espacio para aportar nuestros puntos de vista, y creemos entre todxs servicios de calidad.

«¿Todo bien?»

Cuidando también a nuestro equipo

Fuerza personas manos éxito reunión

Las empresas/asociaciones/entidades/personas que nos dedicamos a dar servicios y atención a otras personas estamos muy acostumbradas a preocuparnos y cuidar a las personas usuarias. Sin embargo, ahora también tenemos que preocuparnos y cuidar a nuestro propio equipo.

Muchas de las pequeñas empresas se han visto en la obligación de echar la persiana, sin fecha de cuándo volverla a abrir. Las asesorías trabajan sin parar para poder orientar y asesoras a esas pequeñas ( y grandes) empresas en cómo hacer las cosas, para que las personas trabajadoras puedan acogerse al Erte  y así percibir una pequeña cantidad de dinero que ayude a pagar las facturas de final de mes. Las empresas han hecho todo lo posible para agilizar esos trámites. Pero aveces, lxs trabajadorxs, además de agilizar esos trámites, necesitamos y valoramos algo más. Algo muy sencillo de realizar, por otra parte: Un simple mensaje/llamada preguntado por nuestro estado y el de nuestros seres queridos.

Que no se nos olvide cuidar emocionalmente a aquellas personas que durante las épocas de bonanza hacen posible que las empresas sigan adelante, avancen y crezcan. Porque como vamos viendo estos días, no todo es economía.

¿Y ustedes? ¿Cómo están? ¿Y los suyos? ¿Todo bien?